Esta semana he tenido la oportunidad de visitar Atresmedia. Me propuso ir y explicarme su trabajo una alumna que trabaja allí, y yo, que me apunto a un bombardeo, le dije que encantada. No imaginaba que me lo iba a pasar tan bien, creía que íbamos a estar aproximadamente una hora explicándome en qué consiste su trabajo y viendo cómo lo desarrolla, pero lo que me hizo fue un supertour de casi cuatro horas recorriendo la mayoría de áreas del edificio, con explicaciones detalladas de cómo funcionaba todo.
En la radio sí he estado alguna vez, pero de televisión solo he ido a un estudio externo, y las veces que nos han grabado han venido a nuestro local, nunca había estado dentro de una cadena de tv. Aunque parezca algo obvio, me impresionó la cantidad de personal que había trabajando (creo que me dijo unas mil doscientas personas) y la gran organización que había detrás.
Al principio me estuvo explicando cómo funcionan los programas en directo, estuvimos en la sala donde controlan todo lo que se va emitiendo, viendo cómo la realizadora iba llevando todo el programa y el resto del personal gestionando lo que indicaba. Todo controlado con máximo cuidado, con tiempos exactos, un gran trabajo en equipo, con la máxima atención y funciones muy concretas de cada trabajador. Una sala oscura, grande, llena de pantallas, imágenes, paneles de control, ordenadores… Me pareció, además de interesante y admirable, un trabajo agotador y estresante. Y al parecer lo es, no son jornadas de ocho horas, sino limitadas solo a la grabación de estos programas que se emiten.
Mientras tanto, todo está supercontrolado por detrás por los de mantenimiento, encargados de las incidencias de luz y sonido, y por el equipo de técnicos, que están alerta a la más mínima incidencia en cualquier aspecto técnico del programa y que solucionan con gran rapidez.
Después me llevó a otras salas que a priori parecen similares pero que se ocupan de cosas distintas. Otras desde donde emitían programas ya grabados que tienen la escaleta controlada al segundo, o vía satélite. En otras salas realizaban grabaciones de todas las emisiones, en otras se encargaban del sonido, en otros unos paneles controlaban la imagen de las distintas cámaras, para que todos los planos estuvieran igualados en cuanto a luminosidad, intensidad, color, etc.
Todas estas salas estaban insonorizadas, bastante oscuras y llenísimas de pantallas y botoncitos de mil colores y cantidad de paneles y teclados distintos. Le pregunté si no cansaba mucho la vista todo eso, y me dijo que sí, que salen viendo puntitos blancos muchas veces. Yo veía en cada sala más pantallas de las que el ojo humano puede abarcar.
El trabajo en general es superintenso, algunas de las salas tenían comida y bebida porque prácticamente no pueden abandonar el puesto de trabajo durante la jornada. En la mayoría de las salas nos recibían muy amablemente y algunos incluso me explicaban, con bastante sencillez y humildad, en qué consistía el trabajo que realizaban. Me gusta ese tipo de gente que no engrandece su trabajo o lo explica de forma complicada a alguien que no sabe del tema, me dice algo bueno de esas personas. Y sin embargo, según me explicaba Cristina, gran cantidad de los puestos requieren no solo formación, sino bastante tiempo de cualificación, de aproximadamente un año, para poder desempeñar el trabajo.
Pasamos también por salas donde hacen locuciones de programas ya grabados, por ejemplo en esta donde han grabado el EPT primero Pastor, después Codelsa y ahora Nhelios y Willo.
Pasillos y más pasillos con muchas salas a ambos lados. Nada más llegar, uno de los primeros pasillos tiene el nombre de “Farmacia de guardia”, creo que me dijo porque era el que lleva a donde se emitía o se grababa, no recuerdo bien.
Me llevó a distintas áreas, los servidores, los que controlan emisiones por satélite, los que controlan grabaciones, los de cámaras, los de sonido…pasillos de grandes servidores con miles de cables, todos ellos con funciones distintas que me estuvo explicando, cómo gestionan las incidencias y reparaciones, cómo los montan… También pude ver alguna de las bibliotecas de archivos, en los que cada disco guarda unas doscientas cincuenta horas. Dos de ellas son unas bibliotecas que se controlan por ordenador, donde seleccionas el archivo que buscas, la máquina lo busca, lo coge y lo conecta para poder acceder a él. Era bastante chulo ver cómo funcionaba.
Además, me llevó por los platós, algunos vacíos y otros mientras grababan programas. Pude entrar al de El chiringuito de jugones, la Champions y Fórmula uno, y tuve la oportunidad de ver cómo grababan Espejo público, Al rojo vivo y La ruleta de la suerte. Una vez más, me fascinaba ver el trabajo en equipo de la parte de los cámaras y todos los que están “no visibles” detrás de un programa. Y aunque la verdad yo veo bastante poco la televisión, molaba estar allí y hacer fotos, como siempre digo, para enseñar a los nietos. 😛
Una de las cosas curiosas de los programas que estaban grabando era el cámara que lleva la steadycam, que usan por ejemplo cuando hacen planos rápidos del público o entrando los concursantes. Esa cámara pesa tanto, que lleva protección en las lumbares y un arnés para sujetarla, además de ir detrás de él otra persona mientras se va moviendo y grabando.
De camino a otro área, me encontré con unas escaleras donde al final estaba…¡tacháaan! La redacción de Equipo de Investigación, que dentro de pocas semanas van a emitir un programa sobre póker. No pude evitar subir y hacer una foto 😛
Volvimos a las salas de emisión en directo porque iba a terminar Al rojo vivo y comenzar las noticias, y es interesante porque se cambian al momento, en lo que llaman “silla caliente”. Se levanta el equipo anterior y se sienta en el mismo momento el del siguiente programa, todo ocurre rapidísimo casi sin darte cuenta de que el siguiente programa ha comenzado.
Me explicó cómo funcionaban las escaletas, la publicidad, el cambio de programas, de emisiones, la relevancia de Matias Prats, la competencia, más o menos lo que pueden cobrar distintos puestos, la diferencia de programas grabados y en directo, cómo se retransmite, por qué algunos programas se graban en estudios externos…interesantísimo todo. No paraba de contarme cosas y yo intentando estar concentradísima para no olvidar todo, cual pez, al salir del edificio.
Una pasada la cantidad de pantallas con las que trabajan, inmensidad de focos, cantidad de cámaras…de nuevo digo, quizá parece obvio, pero me impresionó todo bastante…
Luego me llevó a la zona de noticias, la entrada preciosa, llena de espejos, un montón de salas de redacción, las distintas secciones, después deportes, el tiempo, el plató donde se graba…enormes salas con puestos de trabajo, en general gente bastante joven, sobre todo en algunas secciones y más en la zona de La sexta, ya que se han incorporado a ellos más recientemente. Me explicaba lo que hacía cada una de ellas, ediciones de imágenes, de vídeos, creación de rótulos, búsqueda de imágenes o información concreta, locuciones, redacción…Gente, gente y más gente trabajando. Le preguntaba cómo funcionaban los turnos de las distintas secciones, los horarios de trabajo…cada uno con unas condiciones concretas según las necesidades de los puestos.
Quizá la única reflexión no tan positiva que hice de toda la visita, fue que con lo bien organizado que estaba todo y el gran equipo que había detrás, es una pena que la televisión en muchas ocasiones emita tantos programas de telebasura y no se empleen tan buenos recursos, equipo, inversión y cualificación en programas de mucha más calidad.
Y, bueno…esto fue casi todo. Me faltó ver “la zona noble” que es donde está toda la gestión de la empresa, y que está apartada. Una experiencia genial. Mil gracias, Cristina, superinteresante. Espero no haberme liado contando alguna cosa, ¡que me diste mucha información!
Estas últimas fotos son de la zona de entrada, ya que hace poco han celebrado el veinticinco aniversario y han llenado los pasillos de entrada de fotografías de distintos programas, series y personas que han pasado por la cadena.